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Retraso del crecimiento 
Prevalencia del retraso en el crecimiento en niños y niñas menores de 5 años


Outcome Indicator

Descripción:

El retraso en el crecimiento se refiere a una baja estatura en relación con la edad, y suele ser el resultado de episodios prolongados de desnutrición y mala salud. La medida de este indicador normalmente se expresa como retraso moderado o severo.

Fundamento:

El retraso en el crecimiento es una de las primeras manifestaciones de la malnutrición en edades tempranas. Se trata de un indicador utilizado normalmente en el que se reflejan otros asuntos estructurales interrelacionados más amplios que se vinculan con la falta de un acceso adecuado a alimentos y nutrientes y con unas condiciones deficientes de salubridad. También ha sido identificado como el principal indicador en el monitoreo de la realización del ODS 2, el cual pretende acabar con el hambre y la malnutrición en todas sus formas (Objetivo 2.2), por lo que será monitoreado a nivel mundial y evaluado detalladamente a nivel nacional e internacional durante los próximos 15 años[1].  En el monitoreo de los logros de los ODS es muy importante hacer hincapié en la detección de las desigualdades entre los diferentes índices de retraso del crecimiento, lo que exige un mayor desglose de los datos de estatura en relación con la edad.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS):[2] El retraso en el crecimiento refleja procesos en los que no llega a alcanzarse el crecimiento lineal potencialmente deseado, como resultado de unas deficientes condiciones nutricionales y de salubridad. En relación con la población, los niveles elevados de retraso en el crecimiento se asocian con unas condiciones socioeconómicas insuficientes y con un mayor riesgo de exposición frecuente y temprana a condiciones adversas como, por ejemplo, enfermedades y prácticas alimentarias inadecuadas. De igual manera, el descenso en los índices nacionales de retraso en el crecimiento indica normalmente una mejora general en las condiciones socioeconómicas de un país.

Método de medición:

Si aplicamos los Patrones de Crecimiento Infantil de la OMS, presentará retraso en el crecimiento el porcentaje de niños con edades comprendidas entre 0-59 meses, o con mayor frecuencia entre 6-59 meses, que presenten dos o más desviaciones estándar por debajo de la media de altura para su edad.

Índice General de Retraso en el Crecimiento (%) – Por debajo de 2 desviaciones estándar por debajo de la altura media para su edad

Retraso Moderado de Crecimiento (%) – Entre -2 y -3 desviaciones estándar por debajo de la altura media para su edad

Retraso Grave de Crecimiento (%) – Por debajo de -3 desviaciones estándar de la altura media para su edad

Recopilación de Datos y Fuentes Utilizadas

Entre las fuentes internacionales de datos secundarios que presentan datos sobre estatura en relación con la edad se incluyen las Encuestas de Demografía y Salud (DHS; USAID), Encuestas Agrupadas de Indicadores Múltiples (UNICEF) y otras encuestas nacionales domésticas o antropométricas. Por ejemplo, podrán encontrar los datos de estatura en relación con la edad en el informe anual Estado Mundial de la Infancia. El informe de 2016 (con datos de 2015) puede encontrarse en el siguiente enlace: http://www.unicef.org/publications/files/UNICEF_SOWC_2016.pdf (Tabla 2, página 121). Las fuentes internacionales de datos secundarios cuentan con algunas limitaciones a la hora de ofrecer datos para el monitoreo (las encontrarán más adelante).

Desglose

En las fuentes secundarias los datos de estatura por edades suelen presentarse, para niños y niñas de hasta 5 años, organizados por grupos de edad y género[3]. Si utilizamos encuestas nacionales como fuentes, los índices de retraso del crecimiento pueden presentarse también de acuerdo a diferentes localizaciones o niveles de ingresos. Esto facilita el desglose de los datos para detectar desequilibrios en los índices de retraso del crecimiento entre los niños y niñas menores de cinco años, de acuerdo con su clase socioeconómica o su localización en el país. 

Periodicidad

Los datos recogidos normalmente se corresponden a un año específico. Algunas publicaciones anuales o bianuales, como el Estado Mundial de la Infancia de UNICEF, presentan por lo general los últimos datos ‘disponibles’ a nivel nacional, que no se corresponden necesariamente con el año de la publicación y que probablemente no sean iguales para todos los países. Por lo tanto, si hacemos uso de estas publicaciones para realizar un informe de monitoreo deberemos tener mucho cuidado a la hora de apuntar los años en los que se obtuvieron los datos.

Enfoques analíticos

Nuestro enfoque analítico debe diseñarse para monitorear los índices de retraso del crecimiento, desde el general al severo, y para evaluar, en la medida de lo posible, los cambios que se producen a lo largo del tiempo en las desigualdades observadas entre los diferentes grupos de población. Por ejemplo, si el índice general de retraso en el crecimiento disminuye con el paso del tiempo, necesitamos identificar si esta disminución se ha producido en todos los grupos de población, o si, por el contrario, se ha limitado a algunos sectores infantiles específicos. Por lo tanto, por ejemplo deberemos cuestionarnos: (a) La disminución de los índices de retraso en el crecimiento se presentan entre todos los niños y niñas menores de cinco años, o solamente entre los de mayor edad por debajo de cinco años, (b) qué cambios en los índices observamos entre los niños y niñas menores de cinco años de áreas rurales y áreas urbanas, (c) qué variaciones en los índices observamos entre las niñas y los niños, (d) que cambios observamos entre los niños y niñas de hogares encabezados por mujeres y aquellos encabezados por hombres, o entre los niños y niñas de comunidades indígenas y los que no lo son[4], etc.    

Comentarios y Limitaciones

Las mediciones de la estatura en niños y niñas menores de 5 años normalmente se obtienen de dos maneras: (a) mediciones realizadas en (a) instalaciones médicas (centros de salud, clínicas, hospitales), y (b) encuestas de base comunitaria. La diferencia es importante: los datos recogidos en instalaciones médicas se limitan a los niños y niñas que acuden a las mismas, dejando de lado a aquellos niñas y niños que no pueden asistir por su acceso deficiente a dichas instalaciones o por otras razones. Lo más probable es que estos niños y niñas sin acceso a servicios médicos sean los que sufren desnutrición, por lo que estas mediciones médicas proporcionan en muchos países unos índices de retraso del crecimiento sesgados a la baja.  Es más probable que en las encuestas de base comunitaria se incluya a los niños y niñas de familias marginadas, especialmente cuando estas encuestas se esfuerzan por ser inclusivas.

Las bases de datos internacionales secundarias básicamente se nutren de datos generados por los propios países.  Esto limita la utilización de estos datos en el monitoreo:  (a) como los estudios a nivel nacional no se producen con demasiada frecuencia, es probable que en estas fuentes se informe de la pérdida datos en años consecutivos, (b) en todos los países se ordenan los datos atendiendo a intervalos temporales[5], y (c) el tamaño de la muestra varía considerablemente entre países, e incluso dentro de un mismo país con el transcurso de los años. En la medida de lo posible haremos uso de fuentes de datos primarios de los 23 países de la primera fase, ya que también es más probable que presenten datos desglosados.[6]

Este indicador, al reflejar condiciones socioeconómicas estructurales, no es muy sensible a los pequeños cambios reales que se produzcan con el tiempo. Por eso, debe tenerse mucho cuidado a la hora de interpretar los pequeños cambios con este indicador, especialmente los que se produzcan en breves periodos de tiempo. Estos cambios, ya sean positivos o negativos, es más probable que se produzcan por errores en la medición o por diferencias en el tamaño de la muestra, que por un cambio real en los índices de retraso del crecimiento. Las diferencias sólidas y duraderas, por supuesto, serán indicativas de un cambio real en lo relacionado con el retraso del crecimiento entre niños y niñas menores de 5 años. 

Los niños y niñas menores de 5 años constituyen un grupo de edad al que se irán sumando los recién nacidos, mientras que los que cumplen 5 años abandonan el grupo. Esto nos presenta algunas implicaciones a la hora de interpretar los posibles cambios en los índices de retraso del crecimiento de los niños y niñas menores de cinco años.  Si conforme avanza el tiempo se observa una disminución en los índices de retraso del crecimiento, es probable que entre los niños nacidos que se unen al grupo haya menos que sufran deficiencias en su desarrollo, y al mismo tiempo puede indicarnos que verdaderamente se están mejorando las condiciones socioeconómicas. No obstante, este hecho no significa que necesariamente se hayan mejorado las condiciones socioeconómicas de los niños y niñas que, al cumplir cinco años, han abandonado el grupo de edad. Es por ello por lo que, quizás, sea necesario monitorear los índices de retraso del crecimiento entre los niños y niñas en edad escolar.

 


[1] OMS. Estadísticas Sanitarias Mundiales 2016: Supervisión de la salud para los ODS. Ginebra 2016.

[2] La descripción de la OMS de los indicadores de crecimiento infantil, así como su interpretación, están disponibles en: http://www.who.int/nutgrowthdb/about/introduction/en/index2.html

[3] Por ejemplo, Base de datos mundial de la OMS sobre crecimiento y estado nutricional de los niños

[4] Por ejemplo, FAO, Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2014, Capítulo 4 (Roma, 2014)

[5] Por ejemplo, Estado Mundial de la Infancia 2016

[6] Por ejemplo, cambios en los índices de retraso del crecimiento por quintiles de riqueza 2000-2008 en Sierra Leona, en Global Nutrition Report 2014 Nutrition Country Profile of Sierra Leone (www.globalnutritionreport.org), utilizando datos de Encuestas de Demografía y Salud.