Los Movimientos Sociales muestran su malestar frente a la Cumbre Mundial de Sistemas Alimentarios
Esta Cumbre Mundial pretende ser un espacio donde se aborden los desafíos del sistema alimentario pero su proceso y su diseño está siendo excluyente, contando con el Foro Económico Mundial y no con las más afectadas por el hambre y la malnutrición, representadas en las organizaciones de la Sociedad Civil.
En Diciembre de 2019 se anunció que la ONU iba a celebrar una Cumbre sobre Sistemas Alimentarios en 2021. Esta cumbre, prevista para Septiembre de ese año, pretende analizar los desafíos de los sistemas alimentarios, desde el cambio climático hasta cómo hacer efectivos los objetivos de la Agenda 2030. Si bien los objetivos parecen pertinentes, esta Cumbre ha provocado el malestar entre los Movimientos Sociales. El principal motivo es que la Cumbre no sigue los marcos establecidos en cumbres anteriores, en los que el liderazgo lo ostentaba la FAO y se aseguraban mecanismos de gobernanza inclusivos y participativos.
En este caso, la relevancia se está poniendo en agentes como el Foro Económico Mundial, que firmó un acuerdo de colaboración con ONU en Junio de 2019, y la persona designada por Naciones Unidas como enviada especial a la cumbres es Agnes Kalibata, la actual presidenta de la Alianza para la Revolución Verde en África. Esto supone un claro conflicto de interés con los objetivos que se plantean, ya que esta organización promueve los intereses de la industria alimentaria y dificilmente va a promover el cambio de rumbo necesario hoy para construir unos sistemas alimentarios más justos.
Además, todos los mensajes en torno a la Cumbre hacen ver que se pretende una sustitución de espacios. Ya existe un Comité Mundial de Seguridad Alimentaria con el mandato de afrontar los problemas del hambre y la malnutrición. Este Comité, cuenta con mecanismos inclusivos para la participación de donde han salido recomendaciones y directrices que han sido muy importantes. Hoy la actividad de este Comité está condicionada por esta Cumbre. Así, procesos políticos como las Directrices para Sistemas alimentarios y Nutrición, ahora mismo en negociación, son vinculadas a esta cumbre y condicionadas en tiempo y forma por ella, incumpliendo el mandato del CSA.
Por todo ello, los movimientos del Mecanismo de la Sociedad Civil y Pueblos Indígenas para las relaciones con el CSA en el que están representadas las personas productoras a pequeña escala, jóvenes, mujeres, pastoralistas, pueblos sin tierra o consumidoras entre otros sectores, han enviado una carta al Secretario General de Naciones Unidas, expresando su malestar por el proceso que está aconteciendo y solicitando, además de la finalización del acuerdo entre el Fondo Económico Mundial y la ONU, transparencia e inclusividad en el proceso, así como respeto a los mandatos de los espacios ya existentes.