08/10/2018
Reclamar el futuro de la alimentación
Cuestionando la desmaterialización de los sistemas alimentarios más
En 1966, Harry Harrison publicó un libro titulado ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!, en el que imaginaba una ciudad del futuro donde el agua estaba racionada drásticamente y una sola corporación distribuía el único producto comestible llamado Soylent, una galleta de producción industrial compuesta de soja y lentejas, mientras que la minoría opulenta podía permitirse el lujo de comer carne y verduras. La publicación contenía la siguiente dedicatoria: “Por vuestro bien, hijos míos, espero que esto resulte ser tan solo una obra de ficción”